Los 10 errores más frecuentes durante la ejecución de obra

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Ha llegado el momento de presentar el primer post de invitado.

Y como «fiesta de inauguración», tengo el placer de contar con Sergio Pena, el Aparejador que hoy cumple 12 años con «El blog de Apa».

¡Este compañero ya tenía un Blog en 2006, cuando yo ni siquiera sabía lo que era un blog!

Su devenir profesional lo ha llevado a convertirse en un Experto en Patología y rehabilitación arquitectónica, ahora certificado como Consultor técnico en edificación por la ACP.

En todos estos años ha visto muchas barbaridades en obra (y nos las ha mostrado…) y hoy nos trae un Post en la que nos contará los 10 errores más frecuentes durante la ejecución de obra.

El blog de Apa

Pronto haré poco más de doce años con elblogdeapa. Durante este recorrido he podido disfrutar de estar acompañado de muchos compañeros (sean o no aparejadores), de vivir tanto críticas como elogios, y como no de poder a día de hoy continuar a pesar de que escriba últimamente muy poco.

Anteriormente, solía invitar a compañeros a escribirme artículos para luego colgarlos en mi blog; sin embargo hoy he decido escribir en mi aniversario en el blog de Jose Iglesias.

Compartir esto con un “apañero” como Jose Iglesias me hace muy feliz, así que ¿por qué iba a negarme?.

`El Blog de Apa´ cumple 12 años y, para celebrarlo, Sergio Pena nos cuenta `los 10 errores más frecuentes durante la ejecución de obra´ en el primer artículo de invitado del Blog Clic para tuitear

Así que sin más demora hablemos del post:

Los 10 errores más frecuentes durante la ejecución de obra

De todos estos años, cabe decir que donde he visto las mayores barbaridades fueron en los primeros 5-6 años de mi carrera profesional. Era una época donde se construía por todos lados y la mayoría de la mano de obra estaba sin cualificar.

De todas esas, voy a comentar aquí las 10 más habituales:

1. Ausencia de apoyo de 2/3 del ladrillo sobre el canto del forjado

¡Pues sí! Era muy habitual ver como en los cerramientos de fachada se apoyaban en la mayoría 1/3 de su espesor, es decir ¡nada y menos!. Luego claro, algunas fachadas tendían a crear “panzas” y eso que no comían.

Ausencia de apoyo de cerramiento en forjado

Fachada con «panza» por falta de apoyo en el forjado

2. Esperas de pilares fuera de su replanteo

Aunque cualquiera podría decir que poner un pilar encima de otro es cosa fácil, en la realidad no lo era tanto, y me podía encontrar esperas de pilares que no conectaban con las armaduras del pilar que venían encima.

La solución más gastada, prótesis de resina (era la silicona del estructurista).

La solución más usada cuando el armado de los pilares no coincidía con sus esperas, era la resina. Parece ser que, en aquella época, poner un pilar encima de otro no era tan fácil como parecía. Clic para tuitear

3. Ausencia de separadores en armaduras

Uno de los errores más frecuentes en la ejecución de elementos estructurales era la ausencia de separadores.

No era raro encontrarse cachos de ladrillo, o en el mejor de los casos piedras, para calzar vigas. Incluso es más, en un forjado reticular más de un forjador me dijo que no hacían faltan separadores porque “el hormigón levanta el yerro”.

Hubo un caso que me llamó mucho la atención, un constructor utilizaba recortes de tubos de PVC a modo de separador.

muro sin separadores

Muro hormigonado sin separadores verticales en la armadura

4. Ausencia de apoyo de semiviguetas en vigas

No sé por qué, pero se daban situaciones en las que las viguetas prefabricadas no llegaban a apoyar lo necesario en muros de carga, por ejemplo (y no estaban concebidas en el proyecto como apoyos indirectos).

Otro de los problemas solía ser la ausencia de macizado en las cabezas de las viguetas, puesto que se colocaban las bovedillas pegadas a las armaduras de las vigas.

La solución: tocaba retocar el forjado durante el armado.

bovedillas pegadas a las armaduras

Bovedillas totalmente pegadas a la armadura de la viga

5. Taladros en vigas de hormigón

Muchos se sorprendían en las redes sociales cuando se mostraban las fotos de una viga plana perforada por todos lados para meter las bajantes, y aún más grave, se hacían próximas al nudo viga-pilar. En la mayoría de los casos no se reforzaban (si total eso luego va tapado por una mocheta).

vigueta perforada por instalaciones

En esta imagen se muestra una vigueta atravesada por una bajante de PVC

6. Sellados de carpinterías

En mi primera empresa donde trabajé, uno de los servicios que realizábamos era hacer pruebas de estanqueidad de fachadas.

En el 80% de las pruebas, siempre fallaban los sellados ¿os lo podéis creer?

7. Encuentro terraza exterior con habitación interior

La mayoría de los detalles constructivos que caían en mis manos, no respectaban la altura mínima de la impermeabilización. Supongo que era el forjado de hormigón el culpable de todo aquello, era muy alto.

En la mayoría de las terrazas no se respetaba la altura mínima de impermeabilización en su encuentro con una estancia interior. Esto acababa provocando enormes humedades. Clic para tuitear

8. Aplacado que se cae

En aquellos momentos las piedras solían tener vida propia y tenían tendencia a despegarse, dejando en el soporte la pellada de cemento. Este punto me hizo interesarme mucho sobre ese tema, y me impulsó a investigar sobre cómo podría evitarse. Luego descubrí que podría solucionarse con fijaciones mecánicas–químicas o incluso con los morteros técnicos flexibles.

sujección de aplacado

Sistema «novedoso» para sujección de aplacado: la cinta adhesiva

9. Fisuras- grietas

Estos daños son muy frecuentes, y dan mucho miedico a los clientes.

Lo malo de esto, es que encontrar la causa es muy difícil. Se dan muchos casos por retracción-contracción del propio material. Otros porque no se han enjarjado bien unas piezas con otras. Luego tenemos los famosos asentamientos de cimentación. Pero en general son el resultado de una mala solución constructiva (proyecto-ejecución).

grieta en un voladizo de ladrillo caravista

Grieta en un alero de ladrillo caravista, antes de ser reparado

10. La seguridad

Cómo no, la maldita seguridad.

Pues sí, no quería irme sin evocar este “problema en la obra”. Han pasado 12 años, con problemas en las obras, y os puedo asegurar que se ha mejorado bastante en ese campo, aunque sigamos sufriendo en carnes que hay aún muchas deficiencias.

Aún me acuerdo que en mis primeras obras el personal iba corriendo a por el casco cuando se oía “¡cuidado que viene el de seguridad!. Aunque parezca una tontería, ese aspecto está más que superado (o eso creo), y hoy vemos como el personal lleva casco de una manera normal.

la no seguridad

Cómo NO bajar las escaleras y ausencia de barandillas en obra

Y hasta aquí os comparto de memoria aquellos 10 problemas que veo más significativos que veía en la primera mitad de mi recorrido profesional. Posteriormente, llegaron las humedades, los mohos y otros males que se manifestaban cuando la vivienda ya estaba habitada.

Desde aquí, Jose, te agradezco esta oportunidad. ¡Un abrazo!

Artículo escrito por Sergio Pena (El Blog de Apa)

Puedes compartir este artículo en las diferentes redes sociales si crees que tiene el suficiente interés y/o dejarme tus comentarios a continuación.

¡Gracias!

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24 comentarios en «Los 10 errores más frecuentes durante la ejecución de obra»

  1. Buenas

    Me encanta este post.

    Tengo una duda en relación al punto 4. En mi casa estamos montando el forjado y la semivigueta no monta sobre el muro de carga, (no llegan, tienen la medida justa para que el canto de hormigon de la vigueta quede en paralelo con el muro de carga). Se lo pregunté al arquitecto y me dijo que es como tenia que ir. Y a parte la vigueta va 5 cm elevada de la altura del muro de carga. Lo que si que queda dentro del muro de carga es el redondo de la vigueta.

    Mi duda es si el error que ponéis es la manera en que lo estoy haciendo.

    Saludos.

    Pd: si puedo hago una foto como lo estamos montado.

    Responder
    • Hola!
      Para empezar, si el arquitecto te dijo que estaba bien, no te agobies, él es el calculista y sabe cómo tiene que ir.
      Fíjate que en el apartado 4 se habla de 2 errores, y la fotografía se corresponde que el 2º (lo digo por si es eso lo que te despista).
      El primer error se refiere a que la transmisión de cargas debe hacerse desde las viguetas hasta el muro. Según el tipo de viguetas y de cálculos estructurales, algunas veces parte de la vigueta de hormigón tiene que «entrar» en el zuncho que apoya en el muro y otras es suficiente con que entre el armado de la vigueta o los conectores (que hacen la función de solapar la armadura).

      No obstante, si me puedes enviar una fotografía por mail, te lo podré aclarar mejor.

      Saludos!

      Responder
  2. ¡Hola!
    Magnífico post de Sergio Pena, un tipo al que sigo desde hace años, y que me influyó a la hora de meterme yo también en internet.

    Apunto otros errores con los que me he topado, que estoy seguro que más de uno también los ha vivido:

    Empleo de tacos de madera como separadores en cimentación, losas de cimentación con la armadura superior abajo y la inferior arriba, vigas colocadas al revés porque en la ferralla pusieron mal las etiquetas, viguetas cortadas (que quedan colgando) por interferir con huecos de instalaciones, pilares apeados colocados a 2 m de su ubicación porque colocaron la viga «girada», negativos que llegan a la obra atados en cualquier lugar de la viga y que nadie se acuerda de recolocarlos, separación de cercos totalmente aleatoria en la viga, arquitectos que no entienden sus propios planos (vivido en persona), obreros que no se ponen el casco porque «es malo para el pelo», pillar a probeteros añadiedo agua a las probetas, llegar a obra y encontrar modificaciones estructurales que se le han ocurrido al promotor sobre la marcha… (donde más sucede: en los forjados de planta baja y en los bajocubierta)

    Y paro ya, que tampoco quiero aburrir. 🙂

    ¡Un saludo!

    Responder
    • Jajaja Buenos días Manuel!

      Creo que hay alguna de esas que NO me ha pasado, todas las demás SÍ!
      Le suelo contar a mis conocidos, y también a muchos clientes, que en la obra pasan muchas cosas que si se lo contamos no se lo creerían.
      Normalmente se quedan con la copla de que «el constructor sabe lo que hace» y no se dan cuenta de que:

      – primero, todos nos equivocamos (por eso necesitamos a un Técnico que revise lo que se hace en obra)
      – y segundo, aunque una persona sepa lo que hace, hay muchos trabajadores que no, y en la obra se mezclan todos (…y por eso necesitamos a un Técnico que revise lo que se hace en obra)

      Gracias Manuel por contarnos los 1.728 errores más frecuentes jajaaja.
      Un saludo!

      Responder
  3. Hola, cuando quieres poner un techo de pladur, al tener las omegas 3 metros de lado a lado, poner fijaciones de las omegas al techo es correcto? para que no haga panza.

    Que profundidad debe ser, máximo 4,5 a 5 cm?

    Responder
    • Hola Nacho!
      Sí, los techos de cartón-yeso siempre llevan fijaciones tanto a las paredes como al techo. La profundidad de las omegas depende del fabricante y del peso que vayan a soportar (puede haber luminarias empotradas…), pero, sí suelen ser de ese orden que comentas.

      Saludos!

      Responder
  4. Hola,
    he visto vuestro vídeo sobre los 10 errores más frecuentes… Bueno, yo estaba buscando algunas particularidades del hormigón armado. Concretamente, qué pasa cuando se vierte el hormigón en un mismo encofrado pero en días distintos. Normalmente, no se dispone de tiempo ni de camiones cuba suficientes el mismo día, como para rellenar el cubicaje completo del encofrado. Sobre todo en encofrados muy largos. Ese hormigón, se va acumulando en capas con un secado distinto. Mi pregunta es, ¿ Antes de verter el hormigón hoy sobre el hormigón de ayer ya asentado dentro del encofrado, debo añadir un aglutinante… ?
    En realidad, cuanto tiempo máximo puedo tardar entre dos capas de hormigón del mismo encofrado sin que se produzca una fisura total y fatal.

    Un saludo y muchas gracias por sus vídeos.

    Responder
    • Hola, sino hay camiones suficientes se contratan, se bombea, o se emplean retardantes para un hormigón continuo (esto último ni se te ocurra viendo tus dudas….). Lo más importante en obra es PLANIFICAR.
      Lo que NUNCA debes hacer es hacer juntas horizontales, haz una junta vertical (con un para pastas por ejemplo), y continúas el hormigonado otro día, pero en horizontal SIN JUNTAS en el mismo elemento estructural por favor.

      Responder
    • Hola Pedro, buenas tardes, normalmente se deben planificar estas juntas de hormigonado y crearlas de modo que no se dejen en zonas de momentos máximos, sino todo lo contrario, realizarlas en donde se puedan producir momementos 0 (sino me equivoco a 1/5 de la luz del forjado – esto lo digo de cabeza me puedo equivocar). Luego hay astucias, en obras de obra civil emplean el «nervometal» para hacer esta conexión, otros dejan una especie de «boca de perro» o «cuña». En principio, no veo ningún problema hormigonar de un día o varios días, para continuar una junta de hormigonado, siempre que se haga con la cabeza (como te vengo de explicar).
      saludos!

      Responder
  5. Hola me parecía gracioso al principio este blog, luego preocupante…
    Habría que preguntarse dónde estaba la supervisión técnica cuando ejecutaron de esa forma esas unidades, o cuantas obras se supervisan a la vez, la dedicación, la suplencia en caso de vacaciones… que fácil es culpar a la mano de obra, que por cierto no hay ninguna Formación reglada al respecto en España, cualquiera puede decir que es albañil, o encofrador.
    Lo más gracioso es en los comentarios, cuando se dice que el Arquitecto es el calculista…. casi me muero de la risa, es un no parar.

    Responder
    • Hola Pedro!
      Te contesto por alusiones jajaja. Cuando digo que el calculista es el Arquitecto me refiero a que es el que firma el cálculo. Sí, es cierto que muy pocas veces es el Proyectista el que «calcula» en sí, pero sí es el que corre con la responsabilidad de lo calculado.

      Saludos y gracias por comentar

      Responder
      • Entiendo tu comentario, y la aclaración, como intuirás no soy muy fan de los Arquitectos, aunque SI de los Arquitectos Técnicos o Aparejadores (ya sabes el dicho de los Arquitectos «Un arquitecto es alguien que no es lo suficientemente hombre como para ser ingeniero, ni lo suficientemente gay como para ser decorador de interiores»)
        Es más por lo que he leído aquí me pareces un buen profesional, te contrataría.
        Lo que me mosquea un poco siempre, es cuando se trata de culpar a la mano de obra que ejecuta, cuando todos sabemos como es el sector en este aspecto, y me parece fundamental el tema de la dedicación en vuestro trabajo.

        Responder
        • Tienes razón… en lo segundo, en lo primero no voy a entrar a valorar jajaja. Vamos a ver, la dedicación en nuestro trabajo es ESENCIAL (sí, con mayúsculas). Por eso, si me lees, sabrás que defiendo con la misma intensidad unos honorarios justos y una dedicación acorde a ellos. Eso sí, no me cansaré de repetir que los Aparejadores no somos ni profesores ni vigilantes. Y me explico:

          – No somos profesores porque no tenemos que enseñar a nadie a trabajar. Podemos aconsejar, recomendar, pero no podemos explicarle a alguien como colocar ladrillos (por ejemplo). Podemos, y debemos, enfatizar en ciertas cosas, del tipo «ojo con esta pared, que la cámara de aire tiene que ser de 2 cm y no quiero que el pilar esté en contacto con la hoja exterior…», por ejemplo, pero colocar ladrillos ya tienes que saber. Y de ahí las diferencias entre un oficial de primera y un peón.

          – No somos vigilantes porque no nos podemos pasar 8 horas al día en la obra (le saldría muy caro al cliente ;-)). Muchos de estos 10 errores que se comentan en el artículo se detectan fácilmente en las visitas a obra, pero otros no. Por ejemplo, el hacer un taladro para pasar una bajante atravesando una viga o una vigueta no es culpa del Técnico (salvo que este dé su autorización). Cualquier trabajador sabe -o debiera saber- que los pases hay que dejarlos hechos en el forjado o, en el peor de los casos, hacerlos después pero en el lugar de la bovedilla, no de las viguetas. No podemos estar controlando en todo momento «que no me hagan un agujero». No sé si me explico.

          También te voy a decir una cosa: me acabas de dar una buena idea para un Post. Sería algo como «Aparejadores: ni profesores ni vigilantes» y explicaría qué debemos hacer y que no entra dentro de nuestras competancias.

          Muchas gracias, Pedro. Tus comentarios enriquecen mucho al Blog.

          Responder
  6. Hola, buenos dias
    En primer lugar quiero felicitarte Jose por esta iniciativa; me ha sorprendido muy agradablemente encontrar que hay profesionales que están centrados y pendientes de su labor y responsabilidad.

    Me llamo Luis Zamora, Luis para los amigos, y os he encontrado buscando blogs que hagan referencia a la web que estoy desarrollando con un blog donde quiero compartir mi experiencia como Project Manager en la construcción; es decir, quiero hablar sobre esa gran desconocida que es la Gestión de Obra.

    Quiero tratar el tema desde el punto de vista de la gestión de y entre las personas que participamos en los proyectos de promoción inmobiliaria. Seguro que estáis cansados de reuniones de obra eternas, multitudinarias y a las que acuden los convocados sin capacidad de decisión o sin los «deberes hechos».

    Mi web está en construcción, pero espero poder publicarla en breve y compatibilizar conocimientos técnicos con la gestión de proyectos; dolencias en la redacción de los ejecutivos, gestión de reuniones, control de costes, son algunos de los temas que voy a tratar, os invito a consultar y aportar vuestras opiniones y experiencias en mi blog.
    Ahora está en construcción, pero la publicaré en breve.

    Gracias por vuestra labor.
    Saludos
    Luis Zamora

    Responder
  7. Buenos días.

    Gracias por el blog.

    Señalar que no es lo mismo un chapado que un aplacado. Lo primero se pega y fija con grapas (si está bien hecho), a poder ser con un material resistente a la oxidación/corrosión. Lo segundo, los aplacados, por su propia naturaleza siempre llevan una fijación mecánica y nunca se adhieren (una fachada ventilada es, en realidad, un aplacado con aislamiento entre el cerramiento soporte y el aplacado fijado). Son matices importantes.

    En relación con la imagen del ladrillo a sardinel, ese es ya su principal problema: el ladrillo no está hecho para colocarse así salvo para hacer arcos sea el radio que sea. De las flechas y movimientos diferidos de las estructuras hay un mundo.

    En una obra de la que me hablaron, el aparejador (DEM y CSS) no se puso el casco nunca. Es más, con el tiempo se enteraron que había trabajadores en estado de ilegalidad, el promotor le solicitó lo solucionase y al parecer, hasta hoy. Y ni un «Hola» en el Libro de Órdenes, oiga.

    A todos estos buenos consejos añadiría: «Si quieres que una obra se convierta en un infierno, contrata a un aparejador incompetente».

    No hay nada como un aparejador atento a la obra, que se estudie el proyecto bien antes de comenzar y se adelante a los puntos más conflictivos. Y por cierto, tras el levantamiento del Acta de Replanteo por parte del DO, el DEM suscribe y el resto de las comprobaciones de los replanteos de la obra son de su exclusiva atribución y competencia. Porque cuidado, que como se ande muy justo con los lindes, os podéis llevar una sorpresa con la obra ya en avanzado estado de construcción.

    Un saludo.

    Responder

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